Los espejos de la montaña

Ruta Senderisme Pantà de Siurana.

   La reina de Siurana, la bella Abdelazia, no fue nunca con piragua. Seguro. Ni ella ni los cientos de agricultores que han vivido al pie de la sierra de la Gritella. El agua del Siurana ha movido históricamente decenas de molinos. Es decir, ha preparado la harina de miles y miles de panes comidos por los habitantes que lo sentían bajar y, a veces, bajar enloquecido. Los restos de los molinos todavía guardan historias de bandoleros y de estraperlo. Pero los molineros tampoco iban en piraguas.

   Esta es una tierra seca por naturaleza. Mediterránea hasta el muelle del oso (o de las piedras mejor dicho). Las aguas del embalse de Siurana - Construido en 1973 - son un contrasentido, un precioso contrasentido que remoja la pizarra quemada y desmenuzada por el sol de este país. Es una fantástica paradoja para disfrutarla en piragua o caminando.

   La vuelta a pie en el embalse de Siurana puede iniciarse bien desde la parte este de la toma o desde el oeste, en la zona del embarcadero (los accesos en vehículo son diferentes). El sentido recomendado del vuelco es lo contrario a las agujas del reloj.

   En el lado oeste de la presa sale una pista que recorre el embalse hasta su cola. Cerca de llegar, la pista hace unas revueltas para bajar el nivel del agua y atravesar a vado a la otra orilla. En función de cómo esté de lleno el embalse hay mojarse para cruzar al otro lado (en verano puede ser muy agradable). Si se quiere evitar, antes de que la pista gire para bajar, el recto sale un sendero que lleva unos metros por encima del final del embalse, donde se suele poder cruzar el río Siurana saltando sobre las rocas.

   Se sube la ladera y se encuentra el tramo de la pista que lleva al medidor de caudal. Se sigue arriba. Enseguida, un sendero a la derecha permite ahorrar el cruce de la pista con el tramo que baja al embalse. Se continúa a la derecha, arriba. El camino de servicio hace un giro cerrado y comienza a planear siguiendo, a media altura, el contorno del embalse. Abajo, normalmente es bien visible la balsa del molino del “Molí del Salvat”.

   El camino sube para salvar la orografía abrupta del entorno y ofrece unas magníficas vistas sobre el embalse, el Montsant y esta parte del Priorat. Se llega a un collado y se inicia un descenso para volver a alcanzar el nivel del agua y cruzar un barranco. Se continúa atravesando un agradable pinar y se llega a una punta de la pista donde se encuentra el antiguo camino de herradura de Cornudella a Siurana. Ningún problema para ir arriba, pero en dirección a Cornudella, el agua del embalse suele cubrir el antiguo camino y eso obliga a hacer un buen rodeo siguiendo el perímetro del embalse.

   La otra parte una vez salvada esta entrada, se llega ante una pequeña barranco. El camino va en dirección contraria. Hay un sendero que permite acceder directo a la carretera del pantano, pero la subida por el talud es muy empinada y poco amable. Es más recomendable continuar por el camino hasta encontrar los primeros cultivos. Se cruzan por el borde y se accede a la carretera que lleva a la presa.

 

Características: 

Tiempo: 3h
Distancia: 11 Km
Desnivel: 215 m

 

Recomendaciones: 

Es necesario llevar agua y en verano protección por el sol.