Caminos de ejércitos y ermitas
"Al medio día llegamos a un pueblo llamado Cornudella. Mientras los muleros se refrescaban ellos y los animales, nos dirigieron, por invitación del cura, a visitar la iglesia, que no mostraba nada destacable. Nos dijo que aquel desafortunado lugar había sido saqueado quince veces por las tropas del ejército francés y el aspecto de las casas y de sus habitantes ponía sobradamente en evidencia la violencia y rapacidad de aquellos hosts. Nos dirigimos a Ulldemolins para pernoctar. "
Esto escribía Edward Locker en 1813, secretario de la marina inglesa desembarcado en Tarragona con la misión de llevar un mensaje a lord Wellington, que combatía los franceses en Navarra. En Reus había dejado el carruaje y contactó mulas y muleros para cruzar el cuello de Alforja y dirigirse hacia Lleida siguiendo el camino real. Seguro que esa tarde, para llegar a Ulldemolins, pasaron por el cuello dels “Hostalets”.
La excursión propuesta sigue una parte de este viejo camino real y evoca los pasos de ermitaños y cartujos, además de los de este viajero inglés y de tantos otros.
Se sale de Albarca en dirección al Montsant hasta llegar al cuello de los “Hostalets”. El nombre del lugar proviene de los antiguos hostales que había al pie del camino real de Reus a Lleida, de los que aún quedan restos en ruinas.
Se va a la izquierda, siguiendo el camino real en dirección a Cornudella. En este tramo también se conoce como camino de la Llisera. Se planea entre bloques caídos de los riscos y margas coloreadas. Se siguen las marcas blancas y rojas del GR 174 hasta llegar a una amplia collada señalizada. El camino de la Llisera continúa planeando hacia la ermita de Sant Joan del Codolar. Se deja y se va a la izquierda, bajando, siguiendo el camino real, que en este tramo también se denominado camino de los Cartoixans, señalizado con las marcas amarillas de la Red de caminos del Priorat.
Este tramo de camino de herradura desemboca en uno más amplio y en el llamado rincón del Carro. Se sigue abajo y enseguida se encuentra una bifurcación. Se va a la derecha, siguiendo las marcas amarillas por un camino que pasa a ras del muro de un bancal y que se estrecha más. Se dejan a ambos lados caminos que llevan a fincas hasta desembocar en el camino hormigonado que lleva a la ermita. Enseguida se encuentra el oratorio de Sant Joan Petit. Se continúa por el camino hormigonado hasta encontrar, al poco, en una vuelta, a la derecha, un sendero que sube a la ermita y que permite ahorrar un buen tramo del camino para vehículos.
Desde Sant Joan del Codolar, para volver a Albarca, se sigue de nuevo el camino de la Llisera que sale detrás de la casa de la ermitaña, donde también se encuentra una fuente. Se pasa junto a una pequeña área de picnic y se sigue el camino hasta encontrar el cuello del camino real y después del de los Hostalets.
Tiempo: 2 h 15 min
Distancia: 9,5 km
Desnivel: 200 m
El camino de la Llisera tiene un marcado atractivo geológico. La potencia del Montsant es muy manifiesta, algunos tramos un poco aéreos. No es un camino peligroso, pero hay que ir atento, especialmente si se va con niños. Es recomendable evitarlo en las horas más calurosas del verano.